– ¡Papá!, ¿qué es el Espíritu Santo?
– Hijita, mejor pregunta ¿quién es?
– ¿Y por qué?
– Porque para saber sobre alguien preguntamos ¿quién es?
– … ¿entonces es una persona?
– Sí, pero divina.
– ¿Persona divina?
– Sí, persona porque tiene voluntad, sentimientos, piensa, se comunica; y divina porque tiene los atributos de Dios.
– ¿Dime un ejemplo?
– Él es omnisciente, conoce todo, incluso lo que piensas. Si no conociera todo, no sería Dios, no sería divino.
– ¿Y por qué se le llama Santo?
– Por lo que hace: santifica la vida de las personas.
Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.
Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.
(2ª Corintios 2: 10-11)